en barajas cargado de libros y sueños
es martes once de noviembre (ni te cases ni te embarques) justo hoy hace un mes, una de las fechas menos agraciadas para inciar un viaje, quizá por eso éste sea el más deseado y necesario, siempre que se viaja a un lugar desconicido se recorre una distancia proporcional y también desconocida hacia el interior de uno mismo.
tomaré diez aviones, cuatro trenes, y andaré todo lo que pueda y me permitan mis piernas, no puedo ni calcular los kilómetros, será la ruta del caipirinha, la margarita y el mojito, atravesaré los templos de maría bonita, frida y el ché, y todo para llegar a un lugar que seguramente reconoceré en cuanto lo vea, pero lo mejor lo más deseado es siempre lo más desconocido,la necesidad de saltar una y otra vez sobre algún vacío que lo explique todo y no signifique nada.
el primer vuelo, madrid - sao paulo, lo hago junto a mirta, una bailarina paraguaya de 20 años. vuelve a ver a su hija de dos añitos a la que no ve desde que se vino a trabajar ya hace un año en un top less de tomelloso. no le gustan mucho los españoles, me dice, pero se gana mucha plata. los asientos del avión de la tam no son muy amplios y lo compartimos con un peluche verde gigante que seguro deja como platos los ojos de su hija cuando lo vea. al despedirnos nos intercambiamos besos y caramelos para el viaje, suerte.