jueves, 17 de enero de 2013

vuelven las mujeres en su tinta


Una nueva presentación de la antología, publicada en Bilbao por la editorial A Fortiori, "Mujeres en su tinta, poetas españolas en el siglo XXI", una cita con lo más florido de la poesía escrita por mujeres en España, y en esta ocasión, y de momento, han confirmado presencia Inma Luna, Ana Pérez Cañamares, Roxana Popelka, Cecilia Quílez, Balbina Prior, Belén Artuñedo, Déborah Vukusic, Lola Andrés, Mada Alderete, Pilar González España, Vanesa Pérez Sauquillo y Beatriz Russo.

La cita será el viernes 8 de Febrero a las 20:30h, en la librería "El dinosaurio todavía estaba allí ...", (http://www.eldinosaurio.es/) en la Calle Lavapiés nº 8 de Madrid. También estará presente Nati de la Puerta, editora, genio y figura de A Fortiori, y un servidor como compilador de la antología.

Adelanto que ya tengo en proceso "Mujeres en su tinta, poetas mexicanas en el siglo XXI", que será editado en México este otoño en coedición Endora Ediciones y la UNAM, y "Mujeres en su tinta, poetas dominicanas en el siglo XXI" en busca de editorial.

viernes, 11 de enero de 2013

visa al paraíso

En mi viaje a Tijuana del pasado año tuve oportunidad de conocer al nieto de un personaje singular, del que muy poco se sabe, y cuya labor en favor de los republicanos españoles en el exilio, tras la Guerra Civil, fue vital para su traslado a México. Algo había leído de él en la novela de Jordi Soler "Los rojos de ultramar" y en el libro de Alfonso Canales "A Coatzacoalcos, el puerto de la esperanza". Se trata de Gilberto Bosques Saldivar, un diplomático mexicano destinado en Francia durante el gobierno de Lázaro Cárdenas. La historia de este defensor de la libertad es realmente ejemplar, y no se circunscribe a ese episodio. Conoció el México revolucionario de Villa y Zapata, y tras su paso por Francia durante la Guerra Civil española pasó a Lisboa, donde fue trasladado como diplomático, y continuó ayudando a sacar españoles hacia la libertad, mediando ante la dictadura de Salazar. Más tarde fue el último embajador de México en la Cuba de Batista, y el primero en la Cuba de Castro. Una personaje que vivió en primera persona momentos históricos del siglo XX. No creo que tarden en hacer alguna película sobre él. De momento lo que ya existe es un documental, "Visa al paraíso" de Lillian Liberman, del cual adelanto noticia.



Por Leo Zuckerman (Excélsior, 11/01/2013)

En la tradición judía, un “Justo entre las Naciones” es aquel no judío cuya conducta moral es tan alta que se merece una recompensa divina. El Museo del Holocausto Yad Vashem, ubicado en Jerusalén, utilizó este concepto para homenajear a aquellos gentiles que ayudaron a salvar las vidas de algún judío durante la persecusión nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Dice el citado museo: “En un mundo de debacle moral generalizada, hubo una pequeña minoría que supo desplegar un extraordinario coraje para mantener los valores humanos en pie. Ellos fueron los Justos entre las Naciones, que remaron contra la corriente general de indiferencia y hostilidad que prevaleció durante el Holocausto. Contrariamente a la tendencia generalizada, estos salvadores veían a los judíos como seres humanos comunes y corrientes, incluidos dentro de su universo de obligaciones”. Y ofrece ejemplos de conductas de los Justos entre las Naciones durante el Holocausto: ocultamiento de judíos en los hogares de los rescatadores o en sus propiedades, falsificación de documentos e identidades, traslado clandestino y asistencia para la fuga, rescate de niños.
Yad Vashem tiene identificados un total de 24 mil 356 Justos entre las Naciones de los cuales sólo seis son latinoamericanos: dos brasileños, un chileno, un cubano, un ecuatoriano y un salvadoreño. Es lógico: la mayoría de los homenajeados son de países europeos donde se llevó a cabo la persecusión antisemita. No hay ningún mexicano, lo cual me parece una gran injusticia ya que por lo menos hay uno que se lo merece: Gilberto Bosques.
Don Gilberto nació en 1892 y murió a los 103 años en 1995. De joven, todavía en la adolescencia, se unió al movimiento revolucionario. Fue uno de los partidarios más fervientes de Lázaro CárdenasBosques tuvo siempre convicciones políticas contrarias al fascismo que en aquellos años era una opción política bastante popular en el mundo y en varios segmentos de la sociedad mexicana.
El presidente Cárdenas lo nombró su cónsul en Francia con sede en el puerto de Marsella. Bosques llegó ahí en 1939 y desde su posición diplomática se dedicó a salvar la vida de miles de refugiados. Por un lado, expidió miles de visas para que viajaran a México integrantes del derrotado ejército republicano español y algunos luchadores internacionalistas que habían peleado en España en contra del franquismo. Por el otro, el cónsul también libró visas a judíos que se habían internado al sur de Francia huyendo del nazismo, incluso contraviniendo la muy restrictiva política migratoria mexicana con los judíos perseguidos.
No sólo otorgó visas, sino que se encargó de mejorar las condiciones de los presos del campo de concentración de la Gestapo en Vernet, además de canalizar el dinero para comprar los boletos de barco de los emigrantes. En total, decía Bosques, “ayudamos a aproximadamente seis mil refugiados en Francia a llegar a México. Ciertamente, otros cuatro mil recibieron visa mexicana, pero se quedaron en Estados Unidos o en otras partes […]. Algunos utilizaron nuestros papeles para salir de los campos y unirse a la resistencia. Necesitaban los documentos para legalizarse”.
Bosques y su equipo de trabajo se dedicaron a hacer realidad su lema de “salvar vidas y más vidas”. Al respecto, recordaba: “Mis colaboradores no repararon en esfuerzos. A veces trabajaban día y noche, sobre todo cuando salía un barco. Acompañaban a los que iban a ser puestos a salvo, porque queríamos tener un panorama de quién realmente iba en el barco. Algunos eran arrestados poco antes y entonces se trataba de ayudarlos para que fueran liberados nuevamente. Cuando se vio repentinamente que aquéllos a favor de quienes expedíamos documentos no tenían fotografías para pasaporte y que rehuían dejarse fotografiar en cualquier lugar —pero también para ahorrar tiempo— instalamos un estudio de fotografía en el consulado”.
Dice Danielle Wolfowitz, quien hoy está viva gracias a Gilberto Bosques, que “no sólo salvó la vida de miles de personas sino que también dio la posibilidad de existir a mis hijos y a mis nietos, que sin él no estarían aquí. Todos nuestros descendientes están conscientes de este hecho”. Qué bueno, pero este tipo de reconocimientos no alcanzan para la estatura moral de Don Gilberto. Es una verdadera pena que Yad Vashem aún no lo haya reconocido como un Justo entre las Naciones. Se trata de un pendiente que la comunidad judía le debe a este mexicano heroico.

martes, 8 de enero de 2013

edita premio progreso de andalucía



El año no podía empezar mejor para este cazador de sueños, nos acaban de conceder el Premio Progreso que convocan la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucía, y la FAMP (Federación Andaluza de Pueblos y Provincias) en la modalidad de Cultura. No tiene dotación económica pero llega en el momento más oportuno, justo para conmemorar nuestro aniversario, porque 20 años y 25 ediciones no se celebran todos los días. Felicidades a todos quienes, año tras año, en Punta Umbría, México y Colombia lo hacéis posible.
GRACIAS!!!!

tras las huellas de kerouac en méxico

Dicen que las casualidades no existen. En mi último viaje, debía pasar algunos días en Ciudad de México, antes de seguir camino hacia Tijuana y busqué alojamiento en la Colonia Roma, uno de los barrios céntricos de Distrito Federal, en un hotel llamado Casa de la Condesa, en la Plaza Luis Cabrera. Nunca me había alojado en la Roma, ni me imaginaba cuando llegué al hotel que había ido a parar justo a la plaza donde solían citarse Jack Kerouac y William Burroughs, y donde está tomada una de las pocas fotografías de los años cincuenta donde se retratan los beat en México, en la que aparecen Jack Kerouac, Allen Ginsberg, los hermanos Orlovsky y Gregory Corso.

De izquierda a derecha Jack Kerouac, Allen Ginsberg, Peter Orlovsky y de rodillas, Gregory Corso y Lafcadio Orlovsky, probablemente en la Plaza Luis Cabrera, en noviembre de 1956.



















Hotel Casa de la Condesa en la Plaza Luis Cabrera


 La Plaza Luis Cabrera en la Colonia Roma

Hoy la Roma es una colonia que todavía guarda cierto encanto, a diferencia de  su colonia gemela, la Condesa, ya saturada de restaurantes, cantinas de diseño y un tráfico y bullicio excesivo, que seguramente poco tiene que ver con el México de los años '50 que conocieron Kerouac y sus amigos. 

Decidí aprovechar el poco tiempo que tenía para dar con los edificios donde vivieron y escribieron algunas de sus mejores obras los poetas y novelistas de la generación beat. Todo quedaba a un tiro de piedra. Lo más cercano era el famoso apartamento de la Calle Monterrey 122, apenas a tres cuadras de mi hotel. Se trata de la casa donde residía John Healey, un buen amigo del matrimonio formado por William Burroughs y Joan Vollmer. Allí el 6 de septiembre de 1951, en el trascurso de una fiesta, a la que asistía el matrimonio, William mató de un tiro a su esposa, emulando a Guillermo Tell, bajo un coctel explosivo de drogas y alcohol, un accidente que le llevó a la cárcel de Lecumberri y marcaría definitivamente la vida y obra del escritor.



 La Prensa recogía el trágico accidente de Joan Vollmen a manos de William S. Burroughs













En la puerta del edificio de la calle Monterrey 122.

En Alvaro Obregón esquina con Monterrey me encuentro con este viejo Ford Mercury del '41, como si el tiempo se hubiera detenido.

En los bajos del edificio abre sus puertas un restaurante de comida tradicional mexicana, llamado Krika's. El resturante todavía hoy hace publicidad del antiguo local que ocupaba el mismo espacio, el legendario Bounty's, la cantina donde solían reunirse Kerouac, Burroughs, Ginsberg, Cassady y cuantos amigos y escritores de su círculo pasaban por Ciudad de México. De hecho bajo el nombre del restaurante Krika's, puede leerse "Bounty's, el lugar de la leyenda".

El departamento de John Healey estaba en la tercera planta, en los bajos el antiguo Bounty's, hoy convertido en casa de comida tradicional.

A unas pocas calles de allí, en la misma colonia Roma, se encuentra el apartamento de la calle Orizaba 210, uno de lo lugares míticos de los beats en México. Fue la residencia del matrimonio Burroughs, que a su vez sirvió de cabeza de puente para conocer México, a Kerouac, Ginsberg, Cassady  y todos amigos y escritores del entorno que les visitaban. Fue allí donde Kerouac escribió parte de su libro de poemas "México City Blues".




















En Orizaba 210

Todavía dentro de la misma colonia Roma pude encontrar la cerrada de Medellín, hoy José Alvarado, donde Jack Kerouac vivía, en la buhardilla de un viejo edificio, con la joven mexicana, Esperanza Villarreal, protagonista de su novela "Tristessa", escrita en ese mismo departamento. Hoy el edificio original no existe, y a pocos metros, en la misma calle José Alvardo me indicaron que durante una temporada estuvo viviendo el propio Kerouac, tras abandonar el apartamento de los Burroughs.

El edificio de cerrada de Medellín, hoy José Alvarado esquina con Medellín, donde se supone se levantaba la casa donde Jack Kerouac vivió y escribió "Tristessa"

La Colonia Roma, a pesar del tiempo y de ser una de las zonas más castigadas por el terremoto del '84, todavía mantiene ese aspecto que ayuda a imaginar como eran las calles, plazas y ambientes, que frecuentaron los beats en los años '50. Ni que decir tiene que ellos nunca fueron bien recibidos ni entablaron contacto con los escritores oficialistas mexicanos de la época. Sólo hasta los años '60 y de la mano de Sergio Mondragón y la revista El Corno Emplumado, no se produce esta aproximación a la literatura beat. Sin embargo y desde entonces existe una fuerte influencia que se puede rastrear por muchos de los escritores de generaciones posteriores como José Agustín, Homero Aridjis, Alberto Blanco, José Vicente Anaya y sobre todo en poetas de generaciones más recientes, como Roberto Castillo, José Eugenio Sánchez, Sayak Valencia, Buba Alarcón, Gabriel Trujillo, Juan Armando Rojas Joo y muchos de los poetas que recojo en la antología "Tan lejos de Dios, poesía mexicana en la frontera norte"

Para seguir este rastro beat en México hay algunos textos muy ilustrativos y recomendables, como "El disfraz de la inocencia: la historia de Jack Kerouac en México" y "La bala perdida, William S. Burroughs en México, 1949-1952" ambos de Jorge García Robles, así como "Los poetas que cayeron del cielo, la generación beat comentada en su propia voz" de José Vicente Anaya, o "Escritores norteamericanos y británicos en México" de D. Wayne Gunn. Y en internet se puede ver un documental en tres partes, colgado en youtube bajo el título "Los beats en México, un aullido de libertad".

Lo que todavía sigo buscando sin que nadie me de información cierta, es el lugar donde esta enterrado Neal Cassady, fallecido el 3 de febrero de 1968, en San Miguel de Allende, fue un icono beat y protagonista de la novela de Jack Kerouac "On the road", que en breve podremos ver en las pantallas llevada al cine por Walter Salle.

En José Alvarado 37, antigua cerrada de Medellín




lunes, 7 de enero de 2013

cuenta atrás


El próximo mes de mayo, durante los días 2, 3 y 4, volveremos a celebrar Edita en el Teatro del Mar de Punta Umbría. No sé si será la última edición o la primera de algo nuevo, pero lo vamos a celebrar. Cumplimos 20 años y 25 ediciones y esas cifras se merecen, cuando menos, un brindis a quienes han sabido llegar y compartir todo su saber y su trabajo.

Llegar hasta aquí no ha sido tarea fácil para nadie, pero en cada edición, además del reto que suponía organizar año tras año el encuentro, hacerlo fue siempre un motivo de felicidad, de alegría y reconocimiento a quienes han dado vida, color y aire fresco a ese ambiente tantas veces viciado y enrarecido de la cultural convencional.

En estos veinte años hemos aprendido los unos de otros, y sobre todo nos hemos divertido aprendiendo. No tengo ni idea de como voy a sacar adelante esta próxima edición, pero como tantas otras veces sucedió, y en esta con más motivo, nos volveremos a ver en mayo en este amable rincón del sur.

Estoy preparando una exposición que repasará el trabajo y la historia de las 24 ediciones que Edita lleva celebradas desde que nació el 19 de abril de 1994. He reunido para ello los carteles, programas, notas de prensa, fotografías y una selección de las ediciones más significativas, que junto a un documental, una mesa redonda sobre edición independiente y su correspondiente noche de recitales, performances y microconciertos, viajará este año, allá donde podamos organizar esa fiesta que siempre es y ha sido Edita.

En estos 20 años el encuentro que nació en Huelva y pasó por La Rábida, llegó a Punta Umbría y desde allí nos hemos extendido a México en Distrito Federal y Cuernavaca y a Colombia en Sabaneta e Itagüí, y ya estamos con la vista puesta en el horizonte de Brasil y República Dominicana.

En estos años han pasado por Edita un total de 3.600 participantes. Cuando miro hacia atrás da un poco de vértigo, es el efecto de haber mirado siempre hacia delante, pero la verdad es que ahora que debo hacer balance del camino recorrido, las cifras lo dicen todo: 1.300 ponencias, 1.152 lecturas y recitales, 216 performances, 32 exposiciones, 40 microconciertos y 27 producciones audiovisuales... y todo eso en las condiciones de humildad y adversidad que ya conocéis ... como para no celebrarlo!

A partir de mañana volveré a poner todo mi entusiasmo y trabajo para que una vez más, aunque solo sea una vez más, nos volvamos a reunir en Edita, y ni lloviendo nos van a poder aguar la fiesta. Ojalá no falte nadie, empezamos la cuenta atrás


jueves, 3 de enero de 2013

quién sabe dónde ...


miércoles, 2 de enero de 2013

el último zarpazo

Se fue definitivamente el maldito bisiesto, no sin antes dejar la marca de su último y cruel zarpazo, apenas sin aliento, ya casi fuera de tiempo, 2012 se llevó en solo dos días, con apenas horas de diferencia, la vida de tres personas de quienes aprendí y espero seguir aprendiendo siempre que la vida me permita.

En la madrugada del 23 de diciembre fallecía en Sevilla el maestro Ledo Ivo, poeta brasileño a quien tuve la oportunidad de conocer y disfrutar en septiembre de 2009 en Ciudad Juárez, mientras participábamos en el Encuentro de Escritores Literatura en el Bravo. Se me antojó un joven encarcelado en un anciano cuerpo, su vitalidad y su sentido del humor sobrepasaban con creces la edad que le correspondía. Y su magisterio seguramente es y será siendo, para los amantes de la poesía, un faro imprescindible.















con Ledo Ivo en Ciudad Juárez, septiembre de 2009

Horas más tarde, el mismo día 23 de diciembre, fallecía en Huelva, con solo 50 años, Eduardo Fuentesal, astrónomo aficionado, experto en arte, gestor y editor, compañero y amigo con quien compartí no pocos proyectos, veladas, alegrías y sinsabores en esta ciudad tan poco dada a los cambios y al arte de vanguardia. A él le debemos uno de los eventos más atrevidos que Huelva ha disfrutado: "Confluencias", que organizaba junto al músico electroacústico Eduardo Polonio.














junto a Edurado Fuentesal (primero por la derecha), Eduardo Polonio y Antonio Gómez, en Edita, 2004 0 2005.

Cuando apenas me estaba reponiendo de la trágica noticia recibo el mail de mi amigo y poeta italiano Francesco Tomada, donde comunicaba el fallecimiento, el día 24 de diciembre, del poeta irlandés Dennis O'Driscoll, con quien habíamos compartido escenario en el Festival de Poesía de Druskininkai en Lituania, en octubre de 2011, y a quien tanto admiramos cuando nos desveló su poema "Someone". Fue como descubrir un filón poético insondable. Gracias Dennis.



















con Dennis (segundo por la izquierda) y otros poetas en Vilnius, Liturania, durante el Festival de Poesía de Druskininkai, en octubre de 2011

Para quienes quiera escucharlo dejo aquí el link de youtube:
http://www.youtube.com/watch?v=WjrFC0KMWpw.














Dennis O 'Driscoll recitando en una iglesia de Vilnius durante el Festival Poético de Druskininkai


Someone

someone is dressing up for death today, a change of skirt or tie
eating a final feast of buttered sliced pan, tea
scarcely having noticed the erection that was his last
shaving his face to marble for the icy laying out
spraying with deodorant her coarse armpit grass
someone today is leaving home on business
saluting, terminally, the neighbours who will join in the cortege
someone is paring his nails for the last time, a precious moment
someone’s waist will not be marked with elastic in the future
someone is putting out milkbottles for a day that will not come
someone’s fresh breath is about to be taken clean away
someone is writing a cheque that will be rejected as ‘drawer deceased’
someone is circling posthumous dates on a calendar
someone is listening to an irrelevant weather forecast
someone is making rash promises to friends
someone’s coffin is being sanded, laminated, shined
who feels this morning quite as well as ever
someone if asked would find nothing remarkable in today’s date
perfume and goodbyes her final will and testament
someone today is seeing the world for the last time
as innocently as he had seen it first

Dennis O 'Driscoll