hoy fue un día de esos, cada vez más habituales por cierto, donde encender el televisor o abrir un diario se convirtió en algo repugnante, un acto que nos recuerda que a la "indignación" le queda todavía un gran desierto por cruzar.
por si no tuviéramos bastante con el culebrón de las corruptelas reales, públicas y villanas, con los desahucios express, el aire irrespirable de madrid o la inmoralidad de la pobreza convertida en el pan suyo de cada día, hoy nos desayunamos con las imágenes de marines norteamericanos orinando sobre cadáveres de afganos, o las declaraciones del señor obispo de córdoba afirmando que la unesco tenía un plan "para hacer que la mitad de la población sea homosexual" por implantar "ideología" de género en las escuelas o que cuando una persona esta soltera "no hay lugar para su ejercicio", el de la sexualidad claro, y lo que nos queda por ver y oír, y como telón de fondo esos tambores de guerra a los que nos tienen tan acostumbraos los mercados cuando se tambalean la bolsas, next stop teherán.