sábado, 7 de enero de 2012

carta para maputo



Carta para Maputo

Ahora el Rossio es sol y esplendor
en el asombro de turistas y en el vuelo
rasante de las palomas. Ahora la plaza
revela mi soledad arropada

en un paraguas. Esta mañana
Lisboa era el trayecto de la tristeza
y el testimonio solitario de la ausencia.
Yo miraba el parque desde mi ventana

y la neblina me recordaba la juventud
y los viajes prohibidos. Un árbol marcado
se resistía todavía al recuerdo de un amor
que se fue entre lágrimas y no regresó

al destino imprevisto de mis palabras.
Desciendo la avenida y las hojas del Otoño
se derraman por la calzada. Aquí fui feliz un día
miro hacia el número 190 y los días de urgencia

transcurridos en la redacción del JL y en los artículos
sobre los escritores de mi África lejana
y castigada por el alboroto de las guerras.
Hoy todo esto cambió y yo también

poco a poco envejezco. Mi dolor de columna
denuncia los años en el peso de la chaqueta que me abriga
del frío y de la intermitente lluvia. Lisboa es también
la memoria de Ana Juliana que no está aquí conmigo

ni nuestros hijos. Miro hacia la larga avenida
y me sorprende el Tajo tantas veces surcado
habitantes que fuimos de la otra orilla al Sur
a salvo de todos los remordimientos y olvidos.

En esta soledad de sábado mientras espero
mis gafas que corrigen mi progresiva miopía
entro en el ciber-café y escribo versos. A mi regreso
las voces mencionan distancias recuperan afectos.

Aquí donde un día fui feliz también regreso
a mi y a estos restos sin patria de mi África
en la mujer que desde la puerta mira desesperada
hacia un compatriota del sufrimiento y del sueño

del exilio indefinido en una tarde de Otoño
con Lisboa recordándonos que ahora los barcos
navegan al contrario del curso de los océanos
y la ciudad es cada vez más mestiza y negra.

(traducción Uberto Stabile)


del libro "Maputo Blues"
de NELSON SAÚTE (Mozambique 1967)
Editorial Ndjira (Maputo, 2007)