TEATRO
PIEZA DIDÁCTICA SOBRE LAS OCUPACIONES
(recitativo dramatizado)
del Colectivo Konkret
SALA YOUKALI
c/ Santa Julia, 11; 28053 Madrid
Metro: Nueva Numancia; Buses: 10, 24, 54, 57, 111, 310
Estreno: Sábado 20 de Febrero; 20:30 horas
Representaciones: 26 y 27 de Febrero; 4 y 5 de Marzo. Todas las funciones a las 20:30 horas.
Líneas para la Pieza didáctica sobre las ocupaciones (1997) es un texto colectivo en el que, además, se han utilizado poemas y escritos de Jorge Riechmann, Fernando Beltrán, Uberto Stabile, Peter Weiss, Santiago López Petit y de las distintas asambleas de okupas. Estructurado y diseñado escénicamente como los Lehrstücke brechtianos, estudia el movimiento de ocupaciones y propone una investigación sobre la propiedad, el derecho y la acción social.
KONKRET*
(UNIDAD DE PRODUCCIÓN ALCORES)
Las producciones de Konkret[1] son el resultado de los trabajos de teatro político realizados por algunos miembros de la Unidad de Producción Alcores (antes Grupo Dramático Alcores[2]). Se trata de montajes fuera de formato, es decir, que no se ajustan a las convenciones teatrales habituales, que han tenido condiciones de producción específicas (límite de tiempo, improvisación por su carácter de intervención social, peso de la dramaturgia sobre la escritura teatral), y una recepción fundamentalmente no artística que procedía de considerar su valor de uso político más que su valor estético.
Durante una década, desde 1996 hasta 2006, Konkret ha elaborado distintos materiales de trabajo, compilado una amplia documentación acerca de otras experiencias de este tipo de práctica teatral, y ha ensayado, a partir de sus investigaciones y experimentos, una teoría estética y política de este teatro.
Su nombre es un homenaje a la escritora y activista alemana Ulrike Meinhof, redactora-jefe del semanario de crítica política Konkret en la década de los sesenta.
La práctica teatral de Konkret establece dos ejes, obligatoriamente engarzados, en la elaboración y montaje de sus obras. El primero, mediante la puesta en escena de imágenes, ideas y representaciones sociales, trata de romper el estado ideológico y emocional del espectador. Esto es importante incluso en aquellas representaciones que se hacen como apoyo solidario a una causa pues, a menudo, ese apoyo se hace por simpatía ideológica y no por convicción o responsabilidad. En estos casos hablamos de reforzar las razones de esa lucha. De modo que esta fase de provocación tiene como fundamento poner en cuestión la seguridad con que dominan las ideas de quienes poseen el poder, que ya se han incorporado como naturales en el pensamiento de la mayoría de las personas. Se trata, entonces, de actuar contra el público. Las secuencias que elabora Konkret impiden que el espectador pueda desplazar su ahora inseguridad, su desagrado, reajustándose en otro lugar. Lo que se intenta es que esas imágenes e ideas sean disolventes, que deshagan cualquier nuevo muro tras el que ocultarse. El público queda, pues, ante un relato de su propia experiencia vital solo que limpia de cualquier posible desviación emotiva o justificativa: se contempla en situación. La obra produce conflicto allí donde antes sólo había sumisión, complacencia y normalidad. Su efecto es, como el unheimlich de Freud o el extrañamiento de Brecht: una nueva forma de mirar la realidad, una manera de mirar críticamente lo habitual.
El segundo eje, mediante la puesta en escena de imágenes, ideas y representaciones sociales, trata de restituir un estado político y emocional del espectador. Se trata de transformar al espectador en el mismo instante de la representación. Como es lógico no hablamos de un acto de fe, de un milagro. Lo que hacemos es considerar que en toda construcción ideológica (con la que llega el público) está también el germen de su destrucción. Su falsedad puede ser denunciada y anulada de la misma manera que una afirmación es desmentida por una prueba en contra. Esta fase puede denominarse de reconfiguración. Se trata, entonces, de actuar en esta fase a favor del público. Las secuencias que elabora Konkret favorecen que el espectador pueda ligar su ahora inseguridad, su desagrado, a otros lugares. Lo que se intenta es que esas imágenes e ideas habiliten nuevas construcciones, que organicen nuevos lazos sociales. El público queda, pues, ante un relato de su propia experiencia vital pero, en este punto, vinculado socialmente a otras experiencias colectivas y comunitarias; y señalando su origen político.
Los montajes de Konkret tienen en cuenta la heterogeneidad del público que va a participar en las intervenciones: su nivel cultural, sus hábitos, sus intereses generales, y, por ello, intenta elaborar sus representaciones con un lenguaje lo más accesible posible. Eso obliga, en la mayoría de los casos, a trabajar sobre elementos comunes, reconocibles en la cotidiniedad, sobre los que se aplica determinados procedimientos retóricos (donde retórico significa persuadir, enseñar, solidarizar y actuar), procedimientos estéticos materialistas (donde materialista significa…) y una orientación social de los signos concreta. Se trata de devolver a la comunidad social otra representación de su propia vida y de la estructura social en la que vive.
[1] Al comienzo no se distinguió su trabajo fuera del Grupo Dramático Alcores, después se denominó Acción Teatro y finalmente Konkret.
[2] El Grupo Dramático Alcores se fundó en 1985. En 1995 pasó a llamarse Unidad de Producción Alcores formando parte del Centro de Documentación Crítica (área de “Estética y Conflicto”). Para una reflexión sobre la historia de Alcores puede verse mi “Mirarse las manos en medio de una batalla” en Ade-Teatro nº 109 (2006), pp. 178-184.
*Prólogo a Teatro de intervención, Hondarribia, Hiru, 2006. En este libro se incluye el texto de la pieza.