hoy crucé la frontera para mantener un encuentro con adolescentes en el instituto josé I, en vila real de santo antonio, portugal. la entrada de la primavera nos sorprendió hablando de poesía, de lo que entendemos por ello, de los lugares y los momentos donde existe o conseguimos que exista, y de ahí desembocamos en los entresijos de la vida y de la muerte, en el paso del tiempo y del amor, en el sentido de la poesía en estos años de cólera, ... curiosos, atentos, divertidos, con ellos las palabras cobran otra dimensión, sirven para desgranar cuanto esconde el alma, son mucho más que un buen público, son verdaderos compañeros en esta encrucijada llamada vida, donde la ventaja es sólo duda y la certeza una probabilidad.
entre las dos sesiones me regalé un paseo junto a la desembocadura del guadiana, de nuevo la frontera, una bocanada de aire fresco y soledad bien entendida, regresé una y otra vez a lo mejor de estos últimos meses, sin olvidar que las contradicciones existen. imposible no recordar donde continuas siendo.