jueves, 10 de abril de 2008
1969
Adoro esta fotografía. Estoy con mi hermano en el pueblo de Blanes, cuando vivíamos en Barcelona, y corrían los felices '60 y ese verano, el mismo día que cumplí los diez años los americanos pisaron la luna, habían pisado tantas cosas que ya nadie se extraño que pisaran algo tan inalcanzable y mágico. Si fue cierto o no, ya no me importa. Ese verano de 1969 Matt Monroe lanzó "No puedo quitar mis ojos de ti" y mi padre se compro el disco. No creo que exista una canción que evoque con más nitidez esos años llenos de sueños e ilusiones. Eramos tan felicies con tan poco que añoro aquella suerte de inocencia que nos hacia a todos mucho más humanos e iguales. Años más tarde, cuando una tarde vi en un cine de Valencia la película "El cazador" de Michael Cimino, con Robert de Niro y Meryl Streep, con la canción de Matt Monroe sonando de fondo mientras los elicópteros sobrevuelan el Mekong y va cayendo napal sobre los poblados vietnamitas no pude olvidar lo cerca que suelen estar los sueños de las pesadillas, el frágil equilibrio que suele poseer nuestra condición humana. Por eso ahora siempre que suena esa canción me suele suceder que no puedo ni quiero quitar mis ojos de ti.