jueves, 17 de abril de 2014

editores independientes

Entrevista para FRONTAL Gaceta de Crítica Literaria

Editoriales independientes: 
entrevista con Uberto Stabile

¿Cómo fue que surgió EDITA y cuál ha sido su camino recorrido hasta ahora?

EDITA nace en abril de 1994, con voluntad de compartir proyectos, intercambiar experiencias y dar visibilidad a las pequeñas editoriales independientes de ámbito cultural. La idea de concebir y realizar un evento de carácter internacional en una pequeña localidad costera de la periferia, como Punta Umbría en Huelva, es significativo, creemos en la bibliodiversidad como concepto de sostenibilidad cultural, que permite al mismo tiempo la participación ciudadana y el desarrollo de los lenguajes emergentes en el arte. Uno de los principales logros, después de 20 años y 30 ediciones, ha sido la creación de una red internacional de editores independientes. La creciente afluencia de editoriales americanas nos llevo a proyectar el encuentro en México, donde se celebra desde el año 2010, y en Colombia desde 2011, también hemos realizado EDITA en Sao Paulo, Brasil en 2013, y desde el pasado año, abrimos sede permanente en Lisboa, Portugal.

¿Cuál crees que es el estado actual del mundo editorial en los países de habla hispana a partir de tu experiencia con EDITA? ¿Qué diferencias o afinidades existen entre España y México, por ejemplo?

Creo que la edición independiente goza de una gran vitalidad, para empezar porque se nutre y atiende a una tipo de lector crítico con los estándares, que demanda más diversidad de contenidos y mayor libertad creativa. Además el editor independiente asume riesgos que no podría permitirse nunca una editorial convencional, sujeta a la rentabilidad de su producto. En ocasiones la edición independiente puede entenderse como un semillero de experiencias, que con el tiempo adaptan las grandes editoras. La experiencia de la edición independiente en España es muy similar a cuanto sucede en México, salvando las grandes diferencias demográficas, la dinámica es la misma, y tanto los contenidos como la manera de difusión, distribución y financiación de la editoriales son semejantes. Quizá por eso resultó fácil vertebrar una red nacional en un proyecto internacional como es ahora EDITA. Por supuesto que la lengua es un nexo de unión de primer orden, fundamental, pero también, el carácter creativo e innovador de las pequeñas editoras.

¿Cómo es la recepción y relación de los proyectos editoriales independientes entre países, contextos y campos culturales distintos? ¿Existe suficiente contacto?

La era digital ha dado un vuelvo a las comunicaciones, y hoy es fácil trabajar de manera simultanea o en red, desde cualquier parte del planeta. Las nuevas tecnologías han provocado que los diferentes contextos donde trabajan los editores, se conozcan mejor, se valoren sus particularidades, su idiosincrasia. Quizá esta sea la gran diferencia entre un sistema globalizador, que utiliza estas herramientas para homogeneizar y crear un mercado global, para imponer un modelo de producción, de lectura, de discurso único o dominante, y las actitudes que parten de la diversidad, de los contrastes, lo que entendemos como biblodiversidad, cuya riqueza consiste precisamente en la gran oferta de opciones y discursos, por pequeños o minoritarios que estos sean. EDITA no es sólo una red, ante todo es un encuentro, un espacio que posibilita el conocimiento personal entre los editores. Sería interesante que EDITA se reprodujera también a nivel local. Una de las contradicciones de estas nuevas tecnologías es que te permiten conocer lo que sucede en la otra esquina del mundo mientras se ignora lo que ocurre a la vuelta de la esquina, por eso el contacto y la calle siguen siendo fundamentales. Este año, en junio, pondremos en marcha el primer EDITA con carácter regional, EDITA Andalucía, una experiencia que nos lleva a conocer mucho mejor el territorio y pulsar las inquietudes de quienes comparten con nosotros la misma vocación y geografía.

En México existe un sistema gubernamental de estímulos artísticos que muy recientemente ya apoya a editoriales independientes (con recursos o coediciones), ¿qué opinas de ello y cómo es visto esto en otras latitudes? ¿Qué tan cercana debería ser la relación de las editoriales independientes con el Estado?

En ese aspecto son notables las diferencias. En el actual contexto de crisis económica, en España la primera purga, y los mayores recortes, se han producido en el campo de la cultura. Los impuestos con los que se grava la actividad cultural denotan la estrecha y pobre visión que los gobiernos conservadores conceden a la cultura, entendiendo ésta como una actividad de mero ocio y entretenimiento, que nada tiene que ver con el carácter trasformador que propicia y propone la cultura, en el desarrollo de nuestra sociedad. Es un error histórico, los recortes en cultura, junto a los de ciencia e investigación alimentan una deriva poco halagüeña. En este sentido creo que la situación en México es algo mejor.

Respecto a la segunda cuestión, considero que las editoriales independientes mantienen y cohabitan algunos espacios comunes con las políticas culturales de el Estado, en tanto en cuanto ambos otorgan a su actividad editorial una prioridad intelectual, por encima de cualquier otro criterio. En este sentido creo que existe un gran espacio para la colaboración y cooperación. 

¿Desde tu perspectiva, qué editoriales mexicanas te parecen más interesantes o han ganado mayor relevancia?

Creo que México ha sabido dar un tratamiento a la edición independiente que ya quisiéramos tener en España. La sola presencia de una sección, reconocida como tal, de editores independientes en la FIL de Guadalajara, es ya un elemento de visibilidad del que carecemos aquí. El despunte de editoriales como Almadia, Sexto Piso, Mantis, El Ermitaño, etc., o revistas de referencia internacional como La Otra, o Generación son en sí mismo un claro ejemplo de la rica actividad editorial independiente que hay en México.

¿Cuáles son los mayores desafíos actuales para las editoriales independientes?

El reto ahora mismo sería terminar de vertebrar esa red de cooperación y difusión, al menos en habla hispana, de editoriales independientes, con el concurso y aliento de los diferentes estados iberoamericanos, para impedir que los monopolios de los grandes sellos acaben deforestando esa rica naturaleza editorial independientes que existe en nuestros respectivos países. Más que ayudas a la producción editorial creo que el editor independiente necesita apoyos en la visualización, distribución y difusión de sus ediciones. 


¿Cuál es el futuro de la edición independiente, tanto la industrial, la artesanal y la digital?

El arco tan amplio y plural en el que se mueve la edición independiente, que abarca desde el libro objeto o de artista, a las pequeñas editoriales artesanales, pasando por la nueva edición digital, permite augurar un futuro muy fértil. Una de las ventajas de las pequeñas editoriales es que éstas se forman a imagen y semejanza de su propio lector, y crecen sólo en la medida que se fidelizan nuevos lectores, no mantienen practicas invasivas ni abusivas de marketing. Puede que nunca lleguen a crear grandes fortunas, ni siquiera a ser ampliamente conocidos, pero estoy convencido que no son esos los fines que les mueven a editar. Su fortaleza es precisamente su humildad, seguro que resisten mejor las crisis. La falta de recursos despierta la imaginación, y los editores independientes saben imaginar, y soñar, y el futuro, nunca me cansaré de decirlo, es de quien lo sueña.