clausurando edita junto a mis hijos (foto de mary zurbano)
reinventar, renacer, resurgir, resucitar, revivir, regenerar, redimir, en definitiva resolver, son formas similares de afrontar cualquier situación de crisis, desde la quiebra de un sistema económico o ideológico, al derrumbe de la fe o de la confianza, desde la sostenibilidad de un bosque o un cultivo, al desamor o la fe en nosotros mismos.
no existe problema que carezca de solución, como no existe misterio que no despierte nuestra afán por descifrarlo, está en la base del conocimiento, todos los desafíos son en si mismos un reto a nuestro derecho y capacidad para conquistar la felicidad, el único fracaso es no intentarlo.
en agricultura se denomina barbecho a la técnica utilizada para realimentar los nutrientes del campo, y de igual manera que se queman los rastrojos o se deja reposar la tierra antes de cultivar nuevamente, así es a veces necesario terminar o dejar que medite un proyecto, una idea, una convicción, para que su vida no termine donde terminan nuestras fuerzas.
hoy en una entrevista de pablo león al creativo publicitario josé miguel sokoloff, acerca del conflicto bélico que ha marcado el último medio siglo en colombia, el artista antioqueño decía que su "objetivo era mostrar que los guerrilleros son seres humanos. no el enemigo indescriptible encerrado en la selva. queríamos preparar a la sociedad para la convivencia y el perdón", ese mismo perdón, que tantas veces y en tantas circunstancias entendemos como debilidad, cuando es por el contrario nuestra fortaleza más genuina y humana.
solemos interpretar lo diferente como lo contrario, es quizá la triste herencia de un miedo secular frente a lo desconocido, y es también uno de los fundamentos que cobran vigor y fuerza en la esencia de los nacionalismos. el otro extremo lo representa el capitalismo compulsivo, aquel cuya voracidad convierte en efímero todo lo profundo, y en referencia o icono de modernidad cuanto es banal o fugitivo.
leía hoy al filósofo esloveno slavoj zizek, referirse a esta actitud consumista en términos emocionales, "el amor es percibido como patológico si es muy intenso. hoy lo normal es ser promiscuo. hasta tal punto estamos obsesionados con la idea moderna de hacer cosas, de ser dinámicos. pero yo soy un romántico"
cabría preguntarse si queda espacio para interpretar la vida, la sociedad, el amor o el comercio, desde alguna perspectiva que no resolviera ni redujera nuestra existencia en términos tan maniqueos como lo contrario o lo consumible. una actitud que retomara lo mejor de nuestras revoluciones y entendiera los errores como un aporte imprescindible del conocimiento y la experiencia. si en el pecado esta la penitencia, en el perdón reside la sabiduría.