estoy harto de este país de culebrones, corruptos y banqueros iluminados, y de este tiempo de maderos y meapilas que nos han devuelto a la caverna, para eso servía la memoria, para no repetir los mismos errores, y cuando la perdemos, perdemos el juicio, los juicios y hasta el juez.
estoy harto de un país cuyas fuerzas de seguridad llaman "el enemigo" a menores de edad, donde sus representantes criminalizan nuestra juventud, la golpean, detienen y encarcelan, como en los peores tiempos de la transición, sin que nadie dimita, ni asuma responsabilidades, porque lo quieran o no, ese uniforme azul sigue siendo gris, como su mentalidad y la frivolidad con la que manipulan la información.
he visto las imágenes de los estudiantes en asamblea, en el vestíbulo de la facultad de geografía e historia de valencia, justo donde yo lo fui y conspiré por un mundo mejor y una sociedad más justa, hace ya 35 años, y solo alcanzo a entender que el tren de la historia nos volverá a pasar por encima, si no los movemos nos moverán.
estoy harto de este país lleno de aeropuertos que no funcionan, de políticos que no funcionan, de reformas laborales que sólo funcionan como cheques en blanco para facilitar despidos y desahucios, un país que ayuda a quienes provocan la crisis y castiga a quienes la padecen, que manda los trabajadores al paro y el capital a paraísos fiscales, un país que se suelta la sotana para echar la marcha atrás con la libertad de las personas a elegir con quién se casan o qué hijos tener, un país que adula y refrenda a sus propios tiranos y mira a otro lado sin actuar mientras los mismos chacales de siempre desmantelan los sueños conquistados.
estoy harto de este país desmemoriado y cainita que todavía supura monarquísmos y fascismos por todos los rincones, que todavía huele a fosa común y tiro de gracia, un país que se olvida de los olvidados y nos emplaza al olvido o a exilio en laponia